miércoles, diciembre 21, 2005

El muro de la vergüenza

EE.UU. levantará un muro en su frontera con México para frenar el paso de los indocumentados y aumentar su seguridad.

Ayer vi un reportaje acerca de este tema, y me sorprendió ver unas imagenes tomadas cuando un miembro de la Patrulla Fronteriza "inspeccionaba" un auto que estaba ingresando a EE.UU. Dejen les narro lo que pude apreciar.

Estaba ingresando un automovil, no alcance a ver cuantas personas se encontraban dentro, un oficial se acercó y esto sucedió:

Oficial: (a la ventana del coche)¿Compró usted algo?
Pasajero: No
Oficial: ¿Lleva plantas o frutas?
Pasajero: No
Oficial: Pase usted.

QUEEEEE????!!!!!
¿Esa es la seguridad que tienen los gringos? Ahora si creo que el muro va a ser de mucha utilidad. Ahora me imagino la situación anterior cuando los gringos hayan gastado chorrocientos millones de dolares en "reforzar" la seguridad. Me la imagino de la siguiente manera:

Oficial: (a la ventana del coche)¿Compró usted algo?
Pasajero: No
Oficial: ¿Lleva plantas o frutas?
Pasajero: No
Oficial: ¿Está usted seguro?
Pasajero: Si
Oficial: Pase usted.

martes, diciembre 20, 2005

40 y 20

Hace días, subimos Essex y yo en un micro, se venía escuchando música de José José, entonces que empieza la canción “40 y 20”

Mentiras son todas mentiras
cosas que dice la gente,
decir que este amor es prohibido
que tengo cuarenta y tu veinte.

Pues bien, ya hacía tiempo que no escuchaba esta canción, entonces llegó a la parte donde dice:

Que yo tengo muchas vivencias
y tu tienes tanta inocencia,
no saben que nuestro secreto
es tu juventud y mi experiencia.

Ahí me surgió una duda, ¿será aún aplicable lo que dice la canción?, hoy, en una plaza comercial vi una pareja de novios, 2 niños de escasos 11 años jugando y abrazándose. No creo que cuando la niña llegue a los 20 años vaya a ser muy “inocente” (que mal pensado soy).

En fin, así son los tiempo modernos.

viernes, diciembre 16, 2005

El perro muerto

Jesús llegó una tarde a las puertas de una ciudad e hizo pasar adelante a sus discípulos para preparar la cena. Él, impelido al bien y a la caridad, internóse por las calles hasta la plaza del mercado.

Allí vio en un rincón algunas personas agrupadas que contemplaban un objeto en el suelo, y acercóse para ver qué cosa podía llamarles la atención.

Era un perro muerto, atado al cuello por la cuerda que había servido para arrastrarle por el lodo. Jamás cosa más vil, más repugnante, más impura se había ofrecido a los ojos de los hombres.

Y todos los que estaban en el grupo miraban hacia el suelo con desagrado.

-Esto emponzoña el aire -dijo uno de los presentes.

-Este animal putrefacto estorbará la vía por mucho tiempo - dijo otro.

-Mirad su piel - dijo un tercero - no hay un solo fragmento que pudiera aprovecharse para cortar unas sandalias.

-Y sus orejas - exclamó un cuarto - son asquerosas y están llenas de sangre.

- Habrá sido ahorcado por ladrón - añadió otro.

Jesús les escuchó, y dirigiendo una mirada de compasión al animal inmundo:

-¡Sus dientes son más blancos y hermosos que las perlas! - dijo.

Entonces el pueblo, admirado, volvióse hacia Él, exclamando:

-¿Quién es éste? ¿Será Jesús de Nazaret? ¡Sólo Él podía encontrar de qué condolerse y hasta algo que alabar en un perro muerto...!

Y todos, avergonzados, siguieron su camino, prosternándose ante el Hijo de Dios.

León Tolstoi
Rusia, 1828-1910

jueves, diciembre 15, 2005

El mito de Prometeo

Según la mitología griega, la primera generación mística (las divinidades primordiales) creó la raza de los Titanes. Estos, en la persona de Cronos, el dios del tiempo, destronaron al Cielo (Caelus, Urano). Después, Zeus, hijo de Cronos, sucede a su padre, venciendo a la antigua estirpe después de una guerra sangrienta que lleva a los olímpicos al poder.

El nombre “Prometeo” tiene su origen griego y significa el “Pre-Vidente” o que se anticipa a los hechos. Prometeo no es un dios olímpico; es un titán (hijo de Japeto y Climene).

Prometeo sabía que en el suelo de la tierra reposaba la simiente de los cielos, por eso recogió arcilla, la mojó con sus lagrimas y la amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a los dioses, los Señores del Mundo. “Los Hombres”.

Atenea, diosa de la sabiduría, que era su amiga, admiró la obra del hijo de los titanes e insufló en las imágenes el espíritu o soplo divino. Enseguida, les dio a ellos para beber de un néctar mágico para que pudiesen recuperar su pureza, regenerarse, en el caso de que un día la perdiesen.

Fue así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos, que poblaron la tierra. Aunque por mucho tiempo ellos no supieron hacer uso de la centella divina que habían recibido, no teniendo siquiera conocimiento de cómo trabajar con los materiales de la naturaleza que estaban a su disposición por todas partes.

Prometeo entonces se aproximó a sus criaturas y les enseño a controlar el fuego, a subyugar a los animales y usarlos como auxiliares en el trabajo; les mostró como construir barcos y velas para la navegación, les enseño a observar las estrellas a dominar el arte de contar y escribir, a que descubriesen los metales debajo de la tierra y hasta como preparar los alimentos nutritivos, ungüento para los dolores y remedios para curar las dolencias.

En cierta ocasión, estalló una disputa sobre que partes de un animal sacrificado debían ser ofrecidas a los dioses y con que partes debían quedarse los hombres. Prometeo fue designado juez en la disputa. El titán sacrificó un animal e hizo dos bolsas con su pellejo, en una depositó la carne del animal tapado por las vísceras y en la otra puso los huesos cubiertos con la grasa atractivamente colocada. Una vez hecho esto, le pidió a Zeus que eligiese una bolsa. Zeus eligió la que contenía los huesos con la grasa, que resultaba más agradable a la vista. A partir de aquel momento se le ofrecieron a los dioses los huesos y la grasa del animal, mientras que los hombres se quedaban con la carne.

Zeus tuvo que conformarse con el veredicto, pero enfurecido por la artimaña en la que había caído exclamó "Que coman la carne cruda", quitó el fuego a los hombres y se negó a proporcionárselos. Prometeo decidido a favorecer a los hombres, entró a hurtadillas en el Olimpo, robó el fuego sagrado y se lo entregó a sus protegidos. Esto lo hizo con el palo de una rama seca, se dirigió al carro de Helios (el Sol) donde a escondidas tomó un poco de fuego sagrado, trayéndolo para los seres humanos.

Solo cuando por toda la tierra se encendieron las fogatas es que Zeus tomó conocimiento del robo de Prometeo, pero ya era tarde. Puesto que ya no podía confiscar el fuego a los hombres, decidió castigar a los hombres que habían aceptado el regalo de su benefactor, inventa la forma más rápida de destruir el paraíso de los hombres: la mujer.

Zeus llama a Hefestos, el habilidoso dios artesano, y le pide confeccione una imagen de bronce. Deberá parecerse al hombre, pero, en alguna cosa deberá diferenciarse, de forma que lo encante y lo conmueva, atrasándole el trabajo y trastornándolo.

Atenea (Minerva) que ya no se considera amiga de Prometeo pues éste ha desafiado a sus compañeros divinos, entrega a la mujer recién creada un hermoso vestido bordado, las Gracias la enjoyaron, la Horas la cubrieron de flores, Afrodita le ofrece la belleza infinita y los encantos que serán fatales a los indefensos hombres. Sucesivamente los dioses le fueron otorgando todos los dones, y finalmente Hermes introdujo en ella la semilla de la maldad.

La mujer fue llamada Pandora (la que tiene todos los dones). Antes de enviarla, Zeus le dio un cofre y le dijo que contenía muchos bienes y presentes para Prometeo, pero le advirtió que no la abriera (ya que verdaderamente contenía males y pestes). Hermes la condujo hasta Prometeo, quien, astuto y precavido, la rechazó, y advirtió a su hermano Epimeteo (el creador de todos los animales) que, tal como el había hecho, no aceptara regalo alguno de Zeus.

Zeus, enfurecido al ver como sus planes fracasaban, castigó a Prometeo, que fue encadenado a unas rocas en el Caucaso, donde un águila iba y le comía el hígado, y al ser inmortal, se regeneraba y se repetía la tortura cada día.

Epimeteo se enamoró perdidamente de Pandora, y aceptó la caja como dote. Pandora no pudo contener su curiosidad por la caja, y la abrió. Salieron todos los males y dolores que hoy asechan a la humanidad. Pandora trato de cerrarla, pero no pudo, y al salir todos los males, miró dentro y solo quedaba lo único positivo de la caja, la Esperanza.

Zeus observaba la evolución del hombre, y no le gustaba lo que veía. Y temiendo que algún día esa nueva raza lo derrocara, decidió destruirla, y tomó uno de sus rayos para lanzarlo hacia la tierra y así destruir a los hombres mediante el fuego, pero se dio cuenta de que una conflagración así ponía en peligro los propios cielos y al Olimpo. Finalmente decidió borrar a la humanidad mediante un gran diluvio. Provocó una gran tormenta, y llamo a su hermano Poseidón, el que movió su tridente con tal fuerza que provocó olas gigantescas. Castillos, hombres y animales fueron barridos por las aguas embravecidas.

Deucalión (hijo de Prometeo y la Oceánide Clímene) que había visitado a su padre en el Caucaso anteriormente, fue advertido por Prometeo que debía construir un arca para sobrevivir a la inundación. Deucalión y su esposa Pirra (hija de Epimeteo y Pandora) sobrevivieron al diluvio, que duró 9 días y 9 noches, el arca se posó en el Monte Parnaso que se levantaba sobre las aguas.

Una vez en tierra hicieron sacrificios en honor a Zeus. Satisfecho de su actuación, por mediación de Hermes, Zeus les comunicó que podrían solicitar lo que quisieran, pues les sería concedido. El matrimonio pidió que fuese renovada la raza humana. Entonces Temis (la Titánide de la ley y del orden) se presentó ante ellos diciéndoles "Cubrios la cabeza y arrojad hacia atrás los huesos de vuestra madre". No comprendieron la indicación, ya que ambos poseían distintas madres, y no deseaban profanar los restos de ninguno de sus padres. Después de mucho cavilar, la pareja coincidió en que Temis se refería a Gea, la madre tierra, por lo que empezaron a coger piedras y ha arrojarlas por encima de sus hombros. De las piedras que lanzaba Deucalión surgían hombres, de las de Pirra mujeres. Y así la tierra fue poblada por una nueva raza de hombres.

Pasó el tiempo, pasaron siglos, y los gritos de Prometeo seguían llenando los aires. El sufrimiento de éste despertaba compasión, pero nadie se atrevía a aliviarlo. Un día Hércules pasando por allí con los argonautas, al ver al águila devorando el hígado de Prometeo, tomo su flecha lanzándola sobre la misma. Enseguida soltó las cadenas y llevo a Prometeo consigo. Así terminó el castigo del titán que robó el fuego para los hombres.

Proteus


Referencias:
http://html.rincondelvago.com/mitologia-griega_19.html
http://html.rincondelvago.com/mito-de-pandora_hesiodo.html
http://mailxmail.com/curso/excelencia/mitologia/capitulo6.htm
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Mitologia/Prometeo.asp
http://www.freemasons-freemasonry.com/riquelme_prometeo.html
http://www.kelpienet.net/rea/belero.php
http://www.poesiadelmomento.com/luminarias/mitos/54.html



miércoles, diciembre 14, 2005

López Obrador y Jesús

No tengo motivos partidistas ni religiosos al narrar este chiste, solo es eso, un chiste. Me lo contaron hace tiempo, así que pude haber agregado/quitado/modificado el contenido.

Se encontraba Andrés Manuel López Obrador en un mitin muy concurrido, cuando de repente desciende Jesucristo del cielo junto a AMLO. Silencio total, AMLO le pide al Gran Maestro que diga unas palabras y le cede su lugar. Entonces Jesús empieza a hablar al micrófono.

-¿No es cierto que AMLO ayudó a los ancianos y a los minusválidos, así como yo los ayudaba?
-Si - dijo la multitud

-¿No es cierto que AMLO reúne multitudes, así como yo las reunía?
-SIII !!! – gritaron todos

-¿No es cierto que AMLO está rodeado de pillos y ladrones, así como yo lo estaba?
-SIIIII!!!! - grito la gente emocionada

-¿No es cierto que AMLO fue traicionado, así como yo lo fui por Judas?
-SIIIIIIIII !!!! - grito la multitud enardecida

- Entonces, ¿Qué chingaos esperan para crucificarlo?

martes, diciembre 13, 2005

Violencia contra las mujeres

Hace alrededor de un mes, vi un cartel de una mujer golpeada, lo vi tan de repente que me sorprendió, como iba en un micro no me dio tiempo de analizarlo. Al día siguiente lo volví a ver y ya tuve tiempo de leer la leyenda “el que golpea a una nos golea a todas”.

¿Será una promoción? pensé, analizando la leyenda me di cuenta de la verdadera intención, no era una promoción, era una campaña para sensibilizar a las mujeres a que denuncien el hecho cada vez que son violentadas, y de pasada educar a los hombres sobre el tema.

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares correspondiente al 2003, 46.6% de las mujeres mexicanas sufren violencia. La más común es la emocional (38.4%); seguida por la económica (29.3%), la física (9.3%) y la sexual (7.8%). Ojalá que estas estadísticas disminuyan, o mejor aún, que desaparezcan. Afortunadamente las mujeres de mi familia y de mi pequeño círculo social no se encuentran dentro de esas estadísticas (eso creo yo).

Esperemos que salga también una campaña para concientizar a las mujeres acerca de la violencia que sufrimos los hombres por parte de ellas, no se si se haya realizado alguna vez una estadística de esto, pero lo más probable es que sea algo parecido a esto: 87.7% de los hombres mexicanos sufren violencia por parte de mujeres. La más común es la económica (98.4%); seguida por la emocional (6.3%), la física (1.2%) y la sexual (0.1%, son pocos los afortunados y se piensa que la mayoría solo alardea).

Lamentablemente yo estaría dentro de las estadisticas, si, mi bolsillo y yo sufrimos de una terrible violencia económica por parte de mi mujer.

lunes, diciembre 12, 2005

I'm back

Estoy de vuelta, después de un poco más de 2 semanas de ausencia, por motivos de salud míos y de mis nenes.

También he estado un poco ocupado tratando de terminar mi tesis cuyo título es “Sistema de construcción de redes semánticas con resolución de anáfora”, se aceptan contribuciones.

Voy a narrarles una conversación ajena de 2 personas que son vecinos y que escuche por ahí:

D: ¡Buenas tardes!
L: ¡Buenas tardes!, ¿verdad que nos quedo bonito? – refiriéndose a los adornos y luces navideñas en la fachada del edificio y escaleras
D: No le he puesto atención, es que siempre llego de noche.

Plop!


                            BloGalaxia